Mars Interruptus

*Italic text*Amaia Sánchez-Velasco, Jorge Valiente Oriol, Gonzalo Valiente Oriol. Estudiantes de Arquitectura de la UNAB: Bastián Durán Silva, Claudio González Salamanca, Mitzi Muñoz Urra, Almendra Fernanda Parra Castillo, Pablo José Reyes Pérez, Natalia Rojas Collao, María José Vergara Sepulveda, Andre Ramdohr, Martin Herrera Aqueveque. Apoyo en la cinematografía: Bruno Salas Con la aparición estelar en la TOMA 7 de: Leandro Cappetto (La Escuela Nunca y los Otros Futuros) y Pepe Llano.Coordinador de Residencias Remotas: Sebastián López.

Mars Interruptus es un proyecto escénico en siete tomas resultado de la investigación y el descuartizamiento epistémico-estético del Tesla Roadster que Elon Musk envió al espacio en 2018 como parte de su campaña mediática para impulsar la colonización de Marte.

El 6 de febrero de 2018, un gigantesco falo espacial propulsado por dos reactores testiculares abandonó la órbita terrestre en busca de otros planetas que colonizar y fecundar. Medios de comunicación de todo el mundo se encargaron de difundir en directo lo que se convertiría en una de las escenografías más icónicas del siglo XXI: un Tesla Roadster descapotable color cereza-medianoche flotando en el espacio exterior. En un acto onanístico sin precedentes, el fálico cohete eyaculó a su conductor, “Starman”. El “maniquí astronauta”, hecho a imagen y semejanza de su creador, Elon Musk, deserta así de una Tierra convertida en el ‘instagrámico’ telón de fondo de su huida tecno-futurista.

Esta escenografía estratosférica alegoriza un giro epistémico en curso: la ‘emprendedurización’ de la carrera espacial que comenzó en mayo de 2015, tras la aprobación por parte del Congreso de los Estados Unidos de América de la “Spurring Private Aerospace Competitiveness and Entrepreneurship Act”, (más conocida como SPACE ACT, por sus siglas en inglés). Este nuevo marco legislativo invita explícitamente a ciudadanos e industrias estadounidenses a “participar en la exploración y explotación comercial de los recursos espaciales”, incluidos el agua y los minerales, socavando los acuerdos internacionales alcanzados en el Tratado del Espacio Exterior de 1967, que impide que cualquier estado ejerza “la apropiación nacional por reclamo de soberanía, por medio del uso u ocupación, o por cualquier otro medio” de cuerpos extraterrestres.

Partiendo de un cuidadoso ejercicio de disección forense, el proyecto analiza las cualidades simbólicas, materiales, discursivas y arquitectónicas que esta alegórica puesta en escena esconde. GRANDEZA propone así una deriva multiescalar a través de siete cápsulas audiovisuales que navegan las geografías tentaculares —así como las violencias— que conectan el banal interior del automóvil deportivo con los paisajes del Triángulo de Litio, el microscópico cuerpo de las tardígradas, la superficie de Marte, y más allá.

El proyecto descuartiza la escenografía original instrumentalizando cada uno de sus elementos como armas dialécticas con las que desplegar las siete batallas epistemológicas que la imagen de partida pretende dar por zanjadas: El Tesla Roadster cereza medianoche enviado al espacio en el cohete Falcon Heavy, el maniquí-astronauta Starman, una batería de litio invisible, la Tierra como telón de fondo ‘instagrámico’, la exhortación de “DON´T PANIC!” en el navegador de a bordo, un disco duro irrompible salvaguardando el “conocimiento humano” y la canción Space Oddity de David Bowie sonando en bucle.

Si la icónica escenografía de partida reproduce, normaliza, naturaliza y perpetúa la supuesta inevitabilidad de los regímenes extractivistas y coloniales, (conduciéndolos ahora hacia un nuevo paradigma escapista de hiper-desregulación tecno-feudal), este proyecto ocupa la sala de rodaje para poner en crisis las mitologías que sustentan dichos regímenes. El espacio de producción fílmico se convierte así en un lugar de ensayo donde una nueva ‘enunciación’ post-extractivista invita al público a preguntarse: ¿Por qué querer ser una terrícola en Marte si se puede ser una marciana en la Tierra?

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CRÉDITOS EXTENDIDOS

Mars Interruptus fue desarrollado en el marco de las Residencias Remotas, con el apoyo de la Universidad Andrés Bello (UNAB) y contó con el apoyo logístico y económico de la Escuela de Arquitectura del Campus Creativo de la UNAB (Santiago de Chile y Viña del Mar), así como con la ayuda de los siguientes estudiantes: Bastián Durán Silva, Claudio González Salamanca, Mitzi Muñoz Urra, Almendra Fernanda Parra Castillo, Pablo José Reyes Pérez, Natalia Rojas Collao y María José Vergara Sepulveda, Andre Ramdohr, Martin Herrera Aqueveque.

Apoyo en la cinematografía
Bruno Salas

Con la aparición estelar en la TOMA 7 de
Leandro Cappetto (La Escuela Nunca y los Otros Futuros) y Pepe Llano.

Coordinador de Residencias Remotas
Sebastián López.

Mars Interruptus fue expuesto por primera vez en la Galería Rocamar (Viña del Mar, Chile).